Joven se une a alcohólicos anónimos para poder regresar a con su ex y esto fue lo que vivió

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El video de un joven, identificado como Saúl, se hizo viral en redes sociales luego de que en un acto desesperado por regresar con su exnovia, decidió ingresar a un centro de Alcohólicos Anónimos (AA).

La intención del joven, fue tener un cambio radical y demostrarle así su amor a la mujer, pero, nunca pensó que la experiencia le iba a dejar un fuerte trauma.

A través de la cuenta @sauldircio de TikTok, el joven compartió el video en el que detalló que en la relación que tenía con su exnovia los ciclos de ruptura y reconciliación eran frecuentes.

«Esa típica relación que termina, regresas, termina…», explicó.

Tras una de las tantas rupturas, el joven creyó que lo único que podía hacer para demostrarle sus ganas de cambiar a su ex era asistir a un encierro de Alcohólicos Anónimos.

«Le mandé un mensaje, le dije: ‘Te amo, por ti me voy a encerrar en doble A un fin de semana para que veas que cambio y lo que hago por ti porque te amo», contó Saúl.

En su video, explicó que el encierro consistía en un retiro alejado de la sociedad, donde los participantes pasaban por diversas pruebas de resistencia física y psicológica.

«Nos subieron a un transporte y nos llevaron lejos, lejos. Nos dijeron: ‘Ahí hay un pastel, te lo vas a comer todo, tráetelo todo’. Y yo todavía dije: ‘Ah, sí, un pastel, me gusta el pastel, con que no sea de zanahoria’. Nos llevaron a un cerro, lejos de la sociedad», narró.

Pero, al llegar al lugar, la situación se volvió mucho más intensa, pues lo mantuvieron en un lugar apartado, con una serie de reglas que ponían a prueba tanto su resistencia como su salud mental.

«Nos metieron a una cabaña, formados, con un papel de baño enfrente, una vela y un papel blanco con un lapicero», contó.

Los ingresados no podían ni cruzar los pies ni las manos, y las instrucciones eran estrictas, lo que le generó un ambiente de tensión y angustia.

«Yo iba porque quería regresar con mi ex», confesó, motivación que lo hizo soportar las horas de maltrato psicológico al que fue sometido.

Contó que durante toda la noche, no pudo dormir ni tomar agua, ni siquiera ir al baño sin ser supervisado. Además, las demás personas que asistieron le contaron cosas terribles que realizaron, así como los abusos en su vida.

«No podía despegar las manos de la mesa», recordó, mostrando el nivel de control al que fue sometido.

Después de pasar toda la noche sin comida ni descanso, Saúl platicó que se sintió completamente agotado tanto física como emocionalmente. Pero, en su mente, el sacrificio que estaba haciendo valdría la pena si podía demostrarle a su ex que estaba dispuesto a cambiar por ella.

«Salí del encierro y mi familia fue por mí, yo bien traumado», contó.

Saúl pensó que su esfuerzo no había sido en vano, y llegando a su casa, se preparó para buscar a su ex. Pero, la respuesta no fue la que esperaba, pues la joven le informó que había iniciado otra relación.

«La fui a buscar y le dije: ‘Amor, ya’, pero ella me dijo: ‘No, Saúl, ya estoy con otro».

O sea, que el trauma me quedó nada más», contó en su historia Saúl.