Las andanzas de Lorenzo Córdova
David Vargas Araujo.
@David Vargas A18
En
México la democracia no existe, lo que verdaderamente existe, es la
antidemocracia. Y la sorpresa es que el país así camina y así caminará.
El
Silencio.
Desde temprana edad, Lorenzo
Córdova, vivió entre libros, discusiones políticas y la veracidad de las
palabras de su padre Arnaldo Córdova.
Ante todo, ello, Lorenzo fue muy huidizo, escuchaba y discernía entre lo
malo de la derecha y lo bueno que era pensar con las ideas de izquierda. Su
vida era de tantas palabras y letras que su padre, nunca encontró la fórmula
correcta para enderezar el pensamiento de Lorenzo.
Desde su ingreso a la facultad
de derecho en la UNAM, fue un alumno gris académicamente, políticamente no
participaba. Sus reuniones con amigas o amigos no eran de algo sustancial para
su desarrollo profesional. Su pensamiento estaba en el coche nuevo que le había
comprado su papá. Su vida universitaria, se lo autocalificaba el mismo, como el
pasar las materias con las calificaciones que fueran, por temor al regaño de su
padre. Incluso en algunas materias, don Arnaldo fue su profesor, en el cual
Lorenzo, no fue un excelente alumno, así que las reprimendas eran cotidianas en
su casa.
Su vida académica, era entre
Ciudad Universitaria, y San Ángel. Las
francachelas lo hacían jueves y viernes en la cantina la Guadalupe junto al
mercado. Ahí siempre con un buen traje, hablando de grandezas personales, que
no tenía, gritando la riqueza que no tenía y riéndose de los planteamientos de
la izquierda que querían cambiar el mundo. “La izquierda está bien pendeja, y
solos los pobres pendejos están ahí. Nunca tendrán dinero. Andarán siempre
boteando en el metro y en los camiones de la ruta 100”.
Su vida profesional, fue más
fácil, su padre tratando siempre que Lorenzo sirviera bien a la sociedad, lo
relacionó con profesores, intelectuales y funcionarios progresistas. De ahí es que,
ha tenido puestos importantes, incluso ganó una plaza como docente en la
facultad de derecho, que hoy nada más la usa para aparentar que es un académico
que tiene un salario austero. Por ello
las asesorías que cubría desde joven era en el sistema electoral que creo
Salinas de Gortari, para después ser asesor de José Woldemberg, presidente del
IFE, de aquél entonces. Ahí es donde embonó su praxis fraudulenta. Y ver el
dinero como el recurso que hace florecer a las familias y no la honestidad.
Desde el IFE empezó a conocer
el fraude electoral, las ventas de registro de partidos, las ventas de registro
de candidatos a diputado y senadores. Y como instrumentar un fraude
electoral. Como sucesor de José, e
impuesto por el PAN y PRI, llegó la cúspide de sus anhelos personales. Ser
presidente del Instituto Nacional Electoral (INE). Ser el que manda en las
elecciones, el que puede mover los hilos a de la democracia a su antojo. EL
enorme presupuesto, que maneja, es parte de su interés que lo ha hecho millonario
hasta el día de hoy. Sus amigos ahora, es la clase empresarial de la derecha,
quienes le pagan para sostenerse como presidente del INE y para imponer lo que Claudio
X González, los Vázquez Raña y Azcárraga Jean le dicen que hacer todos los
días.
La vida de Lorenzo Córdova, ha
sido desde su niñez hasta hoy, una vida llena de intereses alejados del
pensamiento de don Arnaldo Córdova. Su interés en la vida de Lorenzo, ha sido
el dinero. Y tener más dinero mal habido, por medio de lo que sea. Esto no es
un secreto. Es algo público. Sus ganancias personales de manera mensual llegan
a hacer casi al millón de pesos. Los empresarios conservadores le dan todo, con
tal de que les ayude con el fraude electoral en junio de este año.
Don Arnaldo Córdova, hombre de
izquierda, cofundador de MORENA, intelectual incansable de generar conceptos y
argumentos que mantuvieron viva la idea de transformación. Si hoy viviera, pues
a su hijo en la cárcel estuviera. Por razones no familiares, sino porque don
Arnaldo, era enemigo de la corrupción y la impunidad. “La vida de un corrupto,
no sólo es vergonzoso, es un delincuente, y no debería de andar en la calle,
debería de estar en la cárcel”, decía don Arnaldo Córdova. Padre de Lorenzo
Córdova, el corrupto.
Luchador social toda mi vida.
Expreso político, encarcelado injustamente en el Penal de
Máxima Seguridad de Puente Grande,
Jalisco. Actualmente, asesor en la Cámara de
Diputados del Congreso de la
Unión. Afortunadamente, fui uno de los primeros presos
Liberados por el Presidente
Andrés Manuel López Obrador.
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